Aristeo Luna
Nací en un bello lugar llamado Playa del Carmen, cuyas costas son bañadas por el mar caribe y además es el corazón de la Riviera Maya. Fue a la edad de 12 años cuando una amigo me invitó a trabajar a como “bolero” en un hotel, cabe señalar que yo creí que sería bolero (limpiador) de zapatos y muy motivado empecé esta aventura, me lleve una gran sorpresa al llegar a las canchas de tenis y más aún cuando me explicaron lo que es y hace un bolero o atajador.
Ya en el hotel, el tenis como deporte me gustó mucho y tuve la oportunidad de aprender de los diferentes y excelentes entrenadores con los que trabajé quienes me daban tips sobre técnica, peloteo y como hacer las clases, además de los huéspedes que también me ayudaron mucho a mejorar.
A los 22 años inicie mi etapa como entrenador en unas canchas públicas, en este nuevo reto aprendí principalmente con ayuda del internet y algunos cursos que tuve la oportunidad de tomar así como las aportaciones de otros entrenadores que he conocido. Consciente de que aún tengo mucho que aprender, continúo buscando información para estar al día en los avances de la enseñanza del tenis así como la técnica, táctica, tecnologías, etc.
Con 12 años de experiencia he ayudado a muchos niños, jóvenes y adultos a aprender y mejorar en este deporte que me ha dado tantas satisfacciones.
También llevo el mismo tiempo trabajando con el Instituto del deporte municipal de “Solidaridad” y desde hace 8 años soy parte del equipo de entrenadores que llevan a cabo un programa de iniciación deportiva que se ofrece a los niños Playenses dentro del cual se encuentra el tenis.
Poder compartir lo que sé sobre el tenis con personas de todas las edades, ayudarles a aprender, mejorar y desarrollar su nivel, inculcarles el gusto y la alegría por aprender o ver que alcanzan sus metas me hace sentir muy feliz y agradecido con esta gran oportunidad que me ha dado ser entrenador de tenis.
Me gusta hacer que las clases sean dinámicas, divertidas, enfocadas en mejorar y aprovechar cada sesión.
Sin dejar de lado la parte humana, me gusta ver felices a los niños, ayudar a los jóvenes que lo necesiten y permitan o escuchar y compartir alegrías y tristezas de la vida con los adultos, todo esto hace que dar clases sea más que un modo de ganarme la vida, es una forma de conectar con las personas de diferentes lugares del mundo y especialmente con los que viven en Playa del Carmen.
Muy profesional, disciplinado y constante, mismo que les transmite a los niños a demás de la pasión por el tenis, tiene una empatía con lo chicos impresionante y sus clases son muy divertidas.
Aristeo Luna